viernes, 26 de noviembre de 2010

Sapo de otro pozo

Me repugna fingir. Odio el compromiso que me empuja a eso. Mirá que no hablo de fingir un glorioso orgasmo, al mejor estilo Sally explicándole a Harry, eh? Hablo de esos tediosos eventos laborales, de las reuniones con "amigos" muy entre comillas, alguna que otra fiestita familiar... o tediosos eventos y punto.
Ahí a dónde, ya de movida, para ir tenés que vestirte como jamás hubieses querido. Seguramente, un agente externo va a colaborar exageradamente en hacerte rozar la locura. O mucho calor, o pocos asientos para tus pies abarrotados en tacos nuevos, o una invitada con voz ultrasónica y neurótica. A eso siempre hay que sumarle que, fija, esto dura más de dos horas extras a tu voluntad. Si vas pensando en volver en una hora, te quedás tres. Si vas por tres, cinco. Y así.
Además, el lugar suele ser en la loma del ojete. Es imposible que del culo del mundo te puedas volver sola. No podés abandonar la situación en la mitad, te toca de principio a fin hablar de Polo, ponele. Y sonreírles a Delfi, Marta y Luisa mientras escuchás al marido hablar de caballos con Hidalgo, Hipolito y Felix. Re taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaap...
Acá no vas a poder contar ni del GPS, ni de los desastres domésticos o las enfermedades de mierda. Acá la gente no se ríe demasiado fuerte, ni estornuda o se suena los mocos. Menos que menos piensa en mostrarle el culo al jefe. Sí, yo también me pregunto: encima hay que sonreír??

Es que justo cuando estés por ponerte en patas y tomar el vino directo del pico de la botella, tu marido va a mirar y va a sonreírte agradecido. Y, en algún momento, va a pasarte la mano por la espalda para susurrarte que esto va a recompensártelo dentro de un rato. Entonces vas a volver a la pose androide requerida... y no te olvides de sonreír, que nos están filmando!

Huelga de princesas

Vía Facebook movil, el domingo por la tarde... "Tengo comprometida la paciencia... mi cara no resiste más el falsete"

Mi: me revienta el compromiso, pagaría por no ir

Ella: Ella ni siquiera pagaría... Si hay algo que no tolero es ponerme la máscara de "mirá qué bien que lo estoy pasando"

Mi: me hace mal el ciclamato de la sonrisas light...

Ella: y el almidón de las caras de cartón...

Mi: el poliuretano inyectado de los peinados de goma!

Ella: y el decorado de museo, y todos parados como estatuas de sal

Mi: me hace maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaal! no se puede hacer caprichito como de pendejas (de mierda) y patalear y NO IR?!

Ella: claro que se puede... pero después toca aguantar los reclamos y esos no van dirigidos a la caprichosita, y hay que bancarse el discurso, la catarsis y, además, que te cuenten todo el evento y todo lo que te perdiste

Mi: la cara de ojete es lo peor. Pero el edulcorante de la sonrisa que tengo que poner yo, no me lo banco...

Ella: ojalá fuera sólo la sonrisa... también tenés que comentar sobre el vestidito de Juanita, el nuevo novio de Pepita, la cirugía de Marieta y la casa del country de Luisita
Ella: Tenés que estar en pose y disimular el dolor de cintura, tratar de que no se te corra el maquillaje, y que los chicos no desarmen el vip. Todo eso sin levantar la voz, por supuesto

Mi: un vip!? sos muy top... yo hablaba de asados interminables, o té y masitas que sólo se bajan con una patada de un burro... cosas más de barrio, compromisos familiares, ponele

Ella: eso a Ella no le pasa... de familia somos los que somos y punto. El tema son los extras, viste? con o sin vip, pero esos casos en los que te sentís sapo de otro pozo... No a todos les parecen deliciosos los errores.

Mi: como un videoclip lleno de maniquíes? qué horror! si al menos estuviesen desnudos...

Ella: si estuviesen desnudos les veríamos las marcas del botox y el metacrilato. Ella no nació para princesa, nena... no podría ir con cara de pelotuda de evento en evento. Definitivamente no tengo sangre azul en las venas.

Mi: Sangre azul... de Blue Curacao

Ella: Claro... por eso no es azul la de Ella... Prefiero un fernet.