viernes, 3 de septiembre de 2010

...y el bigote nos amontona...

Bigote de hecho o de derecho? Poder o competencia? Mostacho o bozo? He ahí el dilema. Uno no elige a un jefe, generalmente, no? Si lo podés elegir, quizás ya no sea TAN jefe. Lo que sí podés elegir es con quién compartir el jefe. Digo, dentro de un equipo de trabajo con un mismo jefe, tendremos al chupamedias, al ortiva, al que se rasca, al que siempre le dan el aumento, al que labura y no lo reconocen, al que sabe más que el jefe y nunca lo van a ascender y otros. Bueno, entre esos, uno elige con quién criticar al jefe, con quién ir depilando ese bigote de facto. A veces uno elige por afinidad, otras veces por antigüedad, otras por sexo, otras por vecindad de escritorio y esta vez por exilio. Por algún motivo nos amontonaron del otro lado del piso, lejos de la bigotuda, no tanto como para no sentir su taconeo 42, pero lo suficiente como para poder subir el volumen de la música, compartir un almuerzo, el mate y no saber ni jota del trabajo de la otra. Después de todo, no está tan mal, no?

Al fin y al cabo quién no tiene un bigotudo o bigotuda en su haber. Lo que nunca me imaginé después de tanta militancia de base contra el autoritarismo, era que Ella le iba a terminar agradeciendo a un bigote haber conocido a Mi amiga.

1 comentario:

  1. Luego de la lectura, estuve analizando el tema del bigote y no solo es todo aquello que Ella y Mi describen.
    El bigote, aquel tupido o mas bien largo, puede cumplir la función de repositorio de comida para la madrugada, cuando uno se despierta con un hambre voraz y no tiene ganas de acercarse a la heladera, puede escarbar en el bigote, para ver si quedó alguna miga perdida entre los cabellos del mismo... Es un recurso un tanto desagradable quizá, pero válido.
    De hecho, lamento aceptar que tengo conocidos que durante la cena, dejan escondido de manera conciente, algún pedazo de pollo de la cena, o alguna gota de tuco...

    También se puede hablar del problema que trae aparejado el bigote frente al cumplimiento de una de las necesidades del ser humano, como ser, sonarse la nariz.
    En casi un 90% de las oportunidades, quedan vestigios del acto de sonada de nariz, entre los pelos del bigote. Aquí no hay nada mucho mas para acotar...

    Y antes de finalizar quiero darle una oportunidad a aquellos que portan ese bigote tupido y largo que tanto acicalan día a día. Uds, Ella y Mi, piensen en todo ese espacio bigotudo, sin pelos... Recuerdan al querido Jorge Guinzburg cuando se afeitó el bigote? Quedaba un espacio como para otra boca!.

    Y por último y como consejo, les recomiendo a todos los bigotudos que tengan en cuenta la siguiente premisa:
    "Si engañan, previamente afeitensé el bigote!"

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