viernes, 22 de abril de 2011

Re: Desayunan hoy con la señora...

Bueh, la verdad? Era lo que nos faltaba… pero no. No tuve aún el placer (ironíaaaa) de verle la Carmela… digo, la cara a Carmela!
Es que estuve ocupadísima ayudando a la gente de Compras. Por qué? Por qué si son tres personas en el equipo? Bueno, porque dos de ellos estaban preparando un informe que había pedido el Director, y el otro... es Adolfo.
No sé si sabías, pero Adolfo es contador. Entendés? No es administrativo raso, él tiene título universitario. Entonces él no sella, no abrocha, no saca fotocopias, no atiende llamados, no deriva el interno, no responde mails, no viene antes de las 12:30, no se va después de las 17, no viaja en bondi, no come de tupper, no come de delivery, no va a las fiestas de la empresa, no sella, ni abrocha, ni saca fotocopias. Ah, ya lo había dicho, no? Ok. Es que no saca fotocopias, ni sella, ni abrocha… así que me llamaron para que lo hiciera por él.
Pasa que estudió mucho, viste? Y aunque no es EL contador de la compañía, se siente así muchas veces. Habla de los intereses corporativos en primera persona, te cuenta cómo vamos y lo bien que nos fue este trimestre con entusiasmo. Cuando llega, al mediodía siempre, camina lento entre los escritorios de los demás, como si le chupara un reverendo huevo que todos lo veamos llegando tarde y saluda de parado. A ellos les estira la mano en diagonal, obligándolos a permanecer sentados. A nosotras, en cambio, nos sostiene firmemente del hombro y nos relojea el escote. Bah, se zambulle entre las tetas de la minita que apretuje contra la silla para agacharse lenta, muy lentamente, a darle un beso y volver a mirar. Cómo andamos? Vamos bien? Pregunta exigida en su saludo, para dejarte en claro que él es Accionista.
Así, pues, tiene siempre a mano una tarea más importante, más a la altura de sus conocimientos y su formación, que le evita las pequeñeces tales como foliar carpetas, certificar firmas, imprimir documentos y retirar correspondencia. Y, para no ser menos, pide ayuda a sus subordinados mentales. Te chista desde lejos y te pide una manito. Y no dice ni por favor ni gracias, ni te da chances a rechazar la tarea. Él, simplemente, la asigna.
Me pasé la mañana, mientras vos cortabas el café con el cianuro y mojabas allí las medialunas, poniéndole tinta a las almohadillas de los sellos y ganchitos a los cuatro diferentes tamaños de abrochadora que tiene Compras.
El tipo es un reverendo pelotudo. Pero un pelotudo muy vivo. Mientras vos te atragantabas con la inutilidad y yo con la soberbia, él miraba las mejores jugadas del San Martín – Once Caldas del martes.
Es que en todos lados hay gente así. Responden a un prototipo. Sabelo, es como una novela. Todos tenemos un papel en esta historia…
Por suerte a vos y a Mi nos tocaron los protagónicos!

1 comentario:

  1. Me encantó, otra vez me hicieron sonreír. Pero les pregunto: ¿y el cianuro?

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