Menos mal que somos amigas...
Si fuésemos amigos, andaríamos a las piñas. Así, como mujeres, no tenemos puntos en común en el estilo de hombres que nos gustan. En cambio, nos gustan las mujeres; la misma clase de mujeres, guarras. Le miraríamos las tetas y el culo a nuestras esposas. Menos mal, ahora no nos hacemos eso.
No podríamos ser hermanas, no. Es demasiado improbable que un par de hermanas te salga tan parejito como vos y yo. Y si, llegado el caso, así fuere… también nos hubiésemos pegado lindo. Por los autitos. O porque vos me pusiste un pelotazo en la cara y yo te devolví con violencia, una llave 12 en el lomo! Nunca por la ropa, ni el maquillaje.
Ni te explico si una fuese la madre de la otra. Acá, sin importar el orden, viviríamos castigadas. Por desafiar la autoridad.
Si fueses mi jefe, sabrías muy bien que cuando digo que llegué tarde porque tenía una reunión, en realidad, me raptó un alien y tuve sexo con un unicornio…salvaje. Y te darían ganas de llegar tarde conmigo.
Si una de las dos fuese hombre, la otra estaría hasta las manos buscando cogérsela.
Si fuésemos desconocidas, estaríamos pensando en ser amigas. O no, quizás estarías pensando como pensaste: ésta me está gastando? Y no, no te estaba gastando…
Para mi que somos amigas, porque es lo menos caótico para el Universo.
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