viernes, 29 de octubre de 2010

Algo personal

Te cuento algo? Recién vuelvo de una reunión con la gente de Control de Gestión en la cual se pretendía verificar la forma de contabilización de los ingresos a través de una nueva interfaz de Sistemas. Anecdótico. El punto es que en un momento me preguntan: “y vos qué hacés con los ingresos”… y no pude evitar mirarme el bolsillo.

Ingresos? Ella tiene egresos, no ingresos. Cuando llegan los ingresos ya fueron superados por los gastos a cuenta. Gastos a cuenta de los zapatos de Charkany? De las carteras de Prüstte? De la ropita de Wantama? Nooooo!!!! Del super pagado con la tarjeta porque sino no se llega a fin de mes, de la matrícula del colegio de los hijos para el año que viene financiada en cuotas, de las expensas en las que la mitad del edificio no paga pero al encargado hay que pagarle igual… Y hablando del encargado… Cómo hace para que le suban el sueldo? Cómo es que su sueldo se ajusta y el de Ella no? Cómo es que cuando le pido a mi jefe hablar de mi sueldo siempre obtengo el “es un tema de Recursos Humanos”, “los jefes no manejamos los sueldos”… Evidentemente “De eso no se habla”.

De lo que sí se habla es de la REESTRUCTURACION, viste? Revuelven el organigrama y te cambian de área, o le cambian el nombre a tu puesto, o vuelan una gerencia y te mudan de piso y vos te llevás tu trabajo, seguís haciendo LO-MIS-MO-CON-O-TRO-JE-FE-EN-O-TRO-PI-SO. Eso es genial, seguramente alguien con eso justifica su función cambiando para que nada cambie. Así que prestá atención al movimiento por las dudas que te toque. No todos los movimientos son agradables, eh?

Para movimiento agradable está el del sueldo. La expectativa de movimiento. Mínimo que te lo muevan por inflación. Aunque sea por el índice del INDEC, por lo menos. Y te llaman a una sala de reunión, grande, con muchos sillones y una mesa laaaaaaaaaaaaaaaaarga, así te sentís importante y te lo anuncian. Tu jefe te llama y con cara de “lo único que tengo es un ancho falso”, te dice que te va a informar el incremento que resulta ser casi tan representativo como lo es el vainillín a un bizcochuelo. Cuando querés hacer uso de tu derecho a réplica resulta que te salen con el “no, mirá, yo sólo te lo comunico porque esta decisión no la tomé yo… los jefes proponemos y en otro lado ajustan”. Parece sacado de una tira de Dilbert. A dónde queda “el otro lado”? Es el lado oscuro? Es el lado de la fuerza? Evidentemente es el lado opuesto. Opuesto por el vértice, y el vértice es Ella, de un lado las cuentas que suben y del otro el sueldo que saluda en la boca impertérrita de alguien que debe vivir una realidad virtual o no importarle un bledo de lo que le pasa al que tiene enfrente. Eso sí, en la misma reunión aprovecha para decirte que como sos TAN eficiente y responsable y siempre cumplís con tus objetivos, tiene un trabajito adicional para darte.

Suerte que es mi jefe y no es mi amigo. Entre esos tipos y yo hay algo personal.

1 comentario:

  1. Y para colmo con los años aumenta el peso, te sube el colesterol, la presión y hasta las encías suben!!! Quién pudiera volver a tener 20 años cuando la guita era lo de menos y una buena levantada era los más!!!

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