viernes, 15 de octubre de 2010

Las 24 horas de Le Mans

París - Dakar, un poroto. Otra que los Patronelli.
El día de la madre se corre, boluda, más que todos los días. Infernal!
Corrés porque tu vieja te espera y, también, espera a tu hermana, a tu cuñado, a tus sobrinos. Y, correrás con el asado atragantado porque, a la hora del mate te espera tu suegra. Que no te espera tanto a vos, sino más bien a tu marido, pero el afán de ir en manada a todos lados hace imposible que dividamos tareas ni siquiera el día en el que a Mi me encantaría quedarme en pijama y sin lavarme los dientes al menos hasta la hora de la siesta.
Siesta? No, porque con tu vieja festejás el día que lo remil parió por una punta y, con tu suegra, se festeja en la quinta de la tía, ponele. Entonces te pasas medio día tuyo subida al auto que va a recalentar seguro.
Casi como elegir festejar tu cumpleaños un cambio de quincena en la Ruta 2 camino a Mardel. Un bajón. Todo para que siempre haya un par de enculados, porque llegaste muy tarde, porque te fuiste muy temprano, qué sé yo! Y vos, sonriendole a los hijos, que en honor a tu día, dibujaron con tizas un cartelito pero apoyaron las manos sobre el acolchado y las cortinas, y además en las paredes del living. Y a Mi, que me vendría muy bien pasarme el día de la madre tomando vodka con jugo de naranja mientras tomo sol, me reclaman en lo de la Abuela, porque están todas las tías que también festejan.
Pero el día de la madre no es mío? Festejar qué? Festejamos?
Porque cuando te acuestes, tipo una y media de la mañana, pensá: vos festejaste? O vos hiciste los dos flanes grandes para llevar al asado, el kilo de scons para el mate, bañaste hijos antes de salir y antes de acostarlos y hasta las viandas para mañana?!
Y a esa hora, después del turismo carretera, llegá a la cama y pensá: festejamos?
Ojo, no sea cosa que el año que viene, además, tengas que cargar con el bolso con pañales y cambiador!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario