viernes, 7 de enero de 2011

Sucundum... Sucundum...

Hola nena:
Ya sé que es tarde, seguramente este mail lo verás mañana, pero si no te lo digo ahora Ella revienta.
Viste que Ella pidió las vacaciones para la primera quincena de febrero? En octubre. Y Bigote las firmó.
Bueno, qué va que hoy, la resentida me llama para decirme que no me puedo tomar esa quincena porque le salió un viaje para la misma fecha y no estaría bien que nos fuésemos juntas.
Tendrías que haber visto la cara de furia que le puso Ella. Me sentí una leona a la que quieren ordeñar.
Con todo lo que a Ella le cuesta organizar las vacaciones!!!! Pedí setenta y cuatro presupuestos. Después pregunté si tenían pileta, si incluían las toallas para la pile o sólo para uso en la cabaña, si la pileta tenía protección para niños, si hay heladera, vajilla completa, sólo sábanas o frazadas también y una sarta de cosas obvias para evitar llegar y encontrarte con que la cabaña primermundista que viste en las fotos de la web se parece en realidad, al hogar de Heidi y terminar las vacaciones convertida en la srta Rottenmeier. A partir de ahí, filtré y cuando tenía cuatro o cinco, se lo dí a mi marido, que me terminó diciendo: “el que vos quieras, cielo”. Donde “cielo” es igual a “no me jodas”.
Imaginate que Ella ya tiene la lista con todo lo que hay que poner en los bolsos y en el auto, incluidos esposo e hijos. No vaya a ser que me los olvide. Mirá si ahora tengo que cambiar de destino y hacer todo eso otra vez? Es causal de divorcio. En casa no me soportarían.
Ya coordiné con la señora que hace la limpieza para que venga en nuestra ausencia a limpiar la heladera en profundidad para que mis hijos puedan volver a volcar yogures y jugo en cuanto regresemos.
Acordé con madre, suegra y hermana las visitas programadas para el regado de mis macetas. Menos mal que no tenemos mascotas y las plantas no necesitan alimento balanceado.
Le avisé al señor del puesto de diarios que tenga la amabilidad de no dejarme el diario durante esos días y que me reserve las publicaciones mensuales para que ningún vecino se vea tentado de tomarlas en mi ausencia.
Por supuesto, ya pagué la seña, que corresponde a la mitad del importe total. Así que mañana Ella le lleva a la bigotuda los comprobantes de pago para que se meta su viaje entre las nalgas. Seguramente se va a ir igual y te va a dejar los pendientes a vos. PERDOOOOOOON!!! Me parece que Papá Noel no le trajo el palo enjabonado.

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